Las abejas reinas viven un promedio de tres años. Las obreras y los zánganos, alrededor de tres meses (cuando mucho).
Por lo general, tras clavar el aguijón, la abeja obrera muere ya que debido a su forma, el aguijón queda atrapado y desgarra parte de su abdomen.
Las abejas (reina, obreras o zánganos) nacen todas de huevos minúsculos puestos y depositados por la abeja reina.
Las abejas obreras, mediante “la danza de la abeja”, comunican a las demás que han encontrado una fuente de alimento, la dirección y la distancia desde la colmena.
Los ojos de los Zanganos son más grandes para poder localizar a las abejas reina en pleno vuelo.
Cinco días después de los vuelos de fecundación, la abeja reina comienza a poner huevos, en torno a 1500 al día.
Las colmenas pueden llegar a albergar hasta 100,000 abejas. Normalmente tienen entre 30,000 y 80,000, de las cuales casi todas son obreras
Las abejas obreras tienen el aparato bucal muy desarrollado con una lengua muy larga para obtener el néctar de las flores, que luego se transforma en miel.
Las abejas obreras tienen un "cepillo" de pelos donde quedan recogidos los granos de polen.
Una sola colonia de abejas puede elaborar alrededor de 30 kilos de miel al año. De hecho, es mucho más de lo que necesitan para alimentarse durante el invierno.
Para producir sólo medio kilo de miel, las abejas de una colmena deberán visitar más de dos millones de flores.
Tienen sangre fría: sin embargo, pueden generar calor al hacer vibrar su cuerpo.
La temperatura en el interior de una colmena suele ser de 36°C.
Las abejas toman néctar de las flores y lo mezclan con enzimas de glándulas en su boca, ¿el resultado? la miel.
Cuando la colmena se vuelve demasiado poblada, la abeja reina puede elegir entre depositar nuevas larvas de abeja reina o abandonar la colonia para crear una nueva.
Si una abeja se encuentra bajo la lluvia o en un clima frío, rápidamente pierde su capacidad motora.